La onicofagia o lo que es lo mismo, el hábito de morderse las uñas, es un hábito pernicioso que no solo estropea las manos (uñas y dedos) si no también tiene consecuencias en la cavidad oral.
Problemas de morderse las uñas
Consecuencias que os contamos a continuación para animaros a dejar dicho hábito:
- Infecciones bucales: En las manos hay infinidad de gérmenes y debajo de las uñas estos se multiplican. Por eso cada vez que nos mordemos las uñas estamos ingiriendo multitud de virus y bacterias que pueden causar en nuestra cavidad bucal lesiones como herpes o aftas.
- Daño en las encías: Esto se debe no solo a la introducción de gérmenes en la boca si no también al posible trauma asociado al hecho de morderse las uñas.
- Desgaste del esmalte dentario: Cada vez que adquirimos un hábito este lo repetimos miles de veces al día, por eso, asociado a la onicofagia aparecen muchas veces desgastes dentarios en aquellas zonas donde solemos introducir los dedos para partir la uña.
- Deformación de las arcadas dentarias: Esta es sin duda la consecuencia más grave que la onicofagia puede producir a nivel bucal. Como decimos en el punto anterior, los hábitos se repiten miles de veces al día, es por eso que el acto de introducir las manos en la cavidad bucal puede llegar a producir deformaciones en las arcadas. Esto es especialmente crítico en niños dónde los huesos se están desarrollando y dicha deformación afecta al desarrollo facial del pequeño.
Así que dicho esto ya no quedan excusas para morderse las uñas.
Y si tenéis cualquier duda estaremos encantadas de atenderos en Llerandi & Béjar, tu clínica dental en el barrio de Salamanca.
¡Os esperamos!