Hay una falsa creencia de que los implantes dentales ya son para toda la vida, y que una vez puestos uno no tiene que preocuparse de nada más. Cuántas veces hemos oído los dentistas la frase de : pues nada quítamelo y ponme un implante… Ojalá fuera todo tan sencillo..
Aunque el porcentaje de éxito a 10 años es del 98 %, resulta fundamental para conseguirlo cuidarlo tanto o más que a los dientes naturales. Es importante saber que los implantes dentales fracasan principalmente por 2 motivos: por enfermedad periodontal o por sobrecarga oclusal. Por eso os vamos a dejar una guía para todo aquel que lleve implantes y especialmente indicada para aquellas personas con tendencia a la enfermedad periodontal (conocida como enfermedad de las encías) o bruxistas (apretadores) con los hábitos de higiene correctos:
- Acudir cada 6 meses al dentista para revisión y profilaxis general y específica de la zona de implantes
- Cepillar los dientes 3 veces al día durante 3 minutos y con la técnica adecuada según el cepillo utilizado (manual o eléctrico). Para más información puedes visitar esta entrada de blog específica 6 claves para lograr el cepillado perfecto.
- Usar el hilo dental y/o cepillos interproximales para limpiar las zonas de contacto entre los dientes o implantes. Esto es fundamental hacerlo al menos una vez al día. Como esta parte es quizá la que más trabajo os cuesta, aquí puedes visitar un blog específico sobre cómo usar el hilo o seda dental que incluye un vídeo que lo explica muy bien. Esto es importante en toda la boca, pero si encima tenemos zonas con implantes dentales, resulta fundamental su uso correcto para conseguir el éxito del implante a largo plazo.
- Limpieza de la lengua: Para una correcta limpieza de la lengua es fundamental el uso de dispositivos específicos para ello. Lo que conocemos como limpiador o raspador lingual. Os dejamos otra entrada de blog específica sobre ello : Limpiador lingual, el gran olvidado.
- Uso de una férula de descarga tipo Michigan: Cómo hemos dicho al principio los implantes pueden fracasar por dos motivos. Por enfermedad de las encías (por eso los puntos 1, 2,3 y 4) o por sobrecarga oclusal. Para evitar el segundo es fundamental el uso de la férula de descarga y acudir a revisarla cada 6 meses. Aquí os dejamos una última entrada de blog sobre la férula de descarga y sus beneficios.
Esperamos que os haya servido de ayuda y no dudéis en contactar con nosotros para cualquier cosa que necesitéis.