La anestesia bucal es un procedimiento muy común en las clínicas dentales que se utiliza para reducir o bloquear el dolor. Esto nos permite a los odontólogos hacer trabajos que sin ella sería imposible.
Qué tipos de anestesia bucal existen:
- Pomada anestésica: Se utiliza para dormir la mucosa bucal, y así no sentir el pinchazo necesario para anestesiar los dientes.
- Anestesia local: Se infiltra el anestésico con el objetivo de dormir el nervio que inerva la zona a tratar. Según sea la zona la anestesia se llama:
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- Troncular: Se denomina así a la anestesia que usamos en la arcada inferior para anestesiar el nervio dentario inferior. Con esta anestesia dormimos mitad de arcada inferior, mitad de labio y mitad de lengua.
- Infiltrativa: Aquí se anestesia, especialmente en la arcada superior, el diente y zona a tratar
- Intraligamentosa: Esta anestesia es para anestesiar el ligamento periodontal que rodea la raíz dental.
- Intrapulpar: Cuando hay una pulpitis, muchas veces no funciona la anestesia troncular y/o infiltrativa por lo que necesitamos infiltrar directamente en la pulpa dental.
También existen distintos tipos de anestésicos según las necesidades específicas. Los más comunes son: lidocaina, articaina, mepivacaina y estos van acompañados o no de adrenalina según las necesidades específicas y los antecedentes médicos.
Así que una vez más, insistir en que la anestesia supuso un antes y un después en la odontología. Permitiéndonos hacer tratamientos antes impensables.